sábado, 6 de septiembre de 2008

Me miras y te miro
Y nos atravesamos el uno al otro
Como si la carne no importara.
Dos desconocidos caminando
O quizás dos mentirosos
Fingiendo algún rastro de amor.
Alimentamos falsas esperanzas;
Tu que vuelves, yo que espero.
No más que la ficción de un
sentimiento que nos una y
nos mantenga a flote.
No más que la ambición de nuestras
mutuas soledades y la cita semanal en cama.
Las sonrisas secas, los te quiero sin sabor,
Solo un deseo tan vacío, desesperado,
Conformista.


Gracias por Nada

Mañana que abras los ojos
Tus brazos estarán deshabitados.
Ya yo no llamaré más a tu puerta.
Y en el café y la plaza que recorrimos
No habrá rastro de nuestros besos.
Mañana y siempre estaré de ti ausente.
No te dejaré ni una pregunta ni un porque.
No estarán mis ojos llenos de tu rostro
Estará tu rostro, solo como lo encontré.
Mañana es el último día contigo y el alegre
Primer día sin ti.
Renuncio al sueño de ser tu mujer, amiga y amante
Renuncio a ser siempre la “constante”
Este es un “gracias por nada” sin intercambio
Es mi declaratoria de inconformidad
Porque no llenaste, no bastante, no eras lo que
Esperaba, no.




Policromía de intenciones


Un café inofensivo y un té para el corazón.
Era yo con mi caleidoscopio de emociones,
Era él con sus pasado, presente y futuro yuxtapuestos.

Esta nueva etapa es tan diferente,
él pretendiendo querer ser un amigo que habla
Del clima, el deporte y la política con la misma
Soltura con la que desabrochó los botones
de su camisa la última vez.
Luego yo, tapizándome la lengua de frases cotidianas
Descontando las ganas de besarle profundo
Y encarcelando al rebelde sentimiento.

El paisaje y la esquina pintoresca enmarcan este instante confuso
Donde él propone paz y tiempo
y yo intento replegar mi mas sincera e hipócrita amistad.
Un café inofensivo y un té para el corazón,
Él, yo - la policromía de intenciones
Tan opuestas, tan siniestras, indecisas
Y borrosas.


No hay comentarios: