lunes, 25 de octubre de 2010

Picó dos tomates
un chile pimiento verde
y un diente de ajo.
Sazonó la carne
y preparó una salsa
Luego horneo la pasta.
Era colorido y olía bien
dieron las 9, la cena estaba lista.
Pero llegó a comer el frío y el silencio
 A eso de  las 10 ya la mesa no tenía sentido.
Un bocado nada más bastó para sentir
estremecer las entrañas...
Era pasta pero supo a caldo de jetas...

Esta farsa no da más.

(Siempre supe que nunca fui buena para cocinar...)