miércoles, 26 de diciembre de 2007

Epitafio I

Te vi morir a punta de mis palabras
Llevé tu cuerpo inerte a ese agujero de olvido
donde yo misma te enterré.
No te coloqué flores pero escribí en tu lápida
este Epitafio, para no recordarte ni con amor ni recelo... para enterrarte y resucitarme plenamente con un nuevo corazón. Kestler
"Aquí descansa mi amor y mi verdugo, un cuerpo inerte, frío, ajeno.
Un cuerpo que lo ame en cada espacio, perfecto e imperfecto... todo lo amé.
Aquí descansa el recuerdo de quien me hizo suya del nombre al alma y viceversa.
Aquí descansa un constructor y un asesino.
Un mago y un brujo, un ángel y un demonio.
Aquí descansa su risa, su mal humor y sus celos.
Sus malos chistes y su pasión al amar.
Descansan sus promesas y sus frases de amor, sus gestos y sus detalles
sus desplantes y sus ofensas, todo aquí descansa.
Descansa su sonrisa, juguetona y tierna.
Descansan sus manos que recorrieron mi cuerpo y mi mente
Descansas sus labios que me sellaron con un beso tantas veces
Descansa su piel que quemó mis sueños.
Aquí descansa el hombre que me ama y el niño que olvidó que era el amor,
el ser que me hizo felíz y el que me hirió.
Aquí descasas con tus nueve letras.
Y a tu lado está enterrada mi dulzura, mi pasión, mi amor por tí.
a tu lado estan mis sueños contigo, mis deseos, mis lágrimas
mi desilusión.
Yo te maté, yo te enterré, yo me maté ...yo me enterré.
Yo maté tu recuerdo, tu imagen, el amor que sentía
cuando acariciaba tu pelo y sentía tu piel.
Te maté aquel día que vi tu farsa,
esa maldita que atravesó mi corazón y mi vientre
con mentiras afiladas,
con engaños puntiagudos.
Ese día le disparé a tu orgullo, corté tu lengua, y enterré tu amor.
Que me duele hasta el alma decirlo, que me dolió el corazón al hacerlo
pero o morías tu y tus mentiras o morían mis sueños y yo.
Que te amé como a nadie, que me engañaste muy bien...
Que no sirvió de nada seguirte amando, queriendote hasta el final,
Que fue en vano darme entera cuerpo y alma sin reparos
Que no te cansaste de jugar...
Confundiste que aguantar era lo mismo que amar
y aunque te haya amado no soporté más.
Así que tu asesina te escribe el mejor epitafio, el mas sincero
el que mientras lo escribo he llorado, sin embargo deseo firmemente que:
Descanse en paz aquel que me hizo reír,
Descanse en paz aquel que me hizo otra,
Descanse en paz aquel al que amé con toda el alma,
Descansa en paz amor ciego, descansa en paz amor loco
Que el cielo te de el perdón que mi convaleciente corazón
aun no te puede dar pero que esta noche lloró el entierro de tu nombre,
tu amor y tus besos.



Aunque me implique enterrar una parte de mí, hoy te entierro.

4 comentarios:

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...

Un epitafio con los mejores deseos, un epitafio a una persona que no supo amar, a esas nueve letras que se confundieron una y otra vez, nueve palabras ke nunca supieron lo que era compartir, pero siempre existe un verdugo, solo bastan cuatro palabras para poner todo en su lugar....
9.

Anónimo dijo...

eran nueve letras y cuatro letras....ups

Kestler dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.