jueves, 2 de agosto de 2007

Mensajes en La Pared




De pronto un día uno se cansa de la puta soledad
y decide salir a la calle a enamorarse.
Nos cansamos de la silla vacía, del abrazo que falta
del beso que no damos, del amor que no recibimos
y le ponemos una escoba tras la puerta a la puta soledad.
Y en el afán de no estar solos subimos barcos equivocados,
empezamos un viaje incierto pero emocionante
un mes, dos meses quizás hasta seis y todo es alegría.
De pronto un día uno se despierta y ve la cama llena
pero el corazón? ese sigue igual de solo.
Nos empezamos a preguntar si esa silla nos ocupa, si el abrazo
nos completa si el beso que damos lo sienten de veras,
caemos en cuenta que ese amor que damos quizás no retorna de vuelta.
De pronto un día uno se da cuenta que es desgastante esta enamorado
y que no te quieran de vuelta.
Empiezan a doler los labios, la piel, los brazos hasta duele el teléfono
que no suena.
Puta soledad nunca se fue!, seguimos igual de solos e incompletos
quizas demasiado grises y tristes como para enamorar, enamorar con el amor del bueno
ese que no siente vergüenzas ni ataduras
ese amor que no tapa soledades
sino da simples y completas alegrías.

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