martes, 14 de octubre de 2008

Este momento es asi: como un botón de apagado que detiene un motor, un portazo, un cierre de telón. Cualquier cosa que después traiga un silencio sordo, ahogado, molesto, insistente. Asi es este momento: yo me detengo y el mundo sigue. La rutina pasa encima como una aplanadora que intenta nivelar el camino mal hecho. Lo urgente sustituye a lo importante, esta vez, otra vez, otra nueva vez.
Y qué le queda a uno si no entender? simular entender, fingir comprender, ser paciente!
Esperar y sonreír, guardarse las preguntas y las necesidades para un mejor momento.
Y qué le queda a uno sino poner buena cara? disimular la incomodidad de la incertidumbre o la tristeza tan humana que la soledad en compañía evoca.
Bridar salud! si tener certeza de estar sanos. De decir mañana sin saber si habrá un hoy completo. Y que nos queda? mas que seguir para no quedarse sentados viendo como la vida nos pasa en frente.
Solo me pregunto si será igual de válido continuar girando a medias, latiendo a ciegas, conformandose con mitades o si se vale detenerse deshechar las medias tintas, llorar un poco y sacar lo malo para luego limpiarse el rostro, cortar los lazos y continuar libres
sin peros, sin rastros...

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